Meditación


            La meditación es una  herramienta que sirve para introducirnos en nuestro interior,
      es un proceso individual que nos lleva a la unidad y a la conexión con el maestro interior. 






 Cómo empezar a meditar en 9 pasos:


               1. Sentarse.
               2. Espalda recta.
               3. Ojos cerrados.
               4. Respiración alterna.
               5. Un sol en tu corazón.
               6. Yo soy eso que ve.
               7. Rayo de luz.
               8. "Om" 3 veces.
               9. Que todos los seres, seamos felices.

   1. Durante la práctica de la meditación permanece sentado en el suelo o en una silla. Debes elegir la forma que tu cuerpo te permita, pues si estás muy incómodo el malestar de tu cuerpo te impedirá concentrarte en otra cosa que no sea su propio dolor.
   Permanecer de pie nos cansa y estar tumbados nos induce al sueño, con lo que terminamos durmiendo en vez de meditando.

   2. Mantén tu espalda siempre recta. Si estás en una silla no te recuestes, despégate ligeramente del respaldo. Si has optado por el suelo, utiliza un cojín para sentarte sobre él y de esta manera elevarás tus caderas pudiendo mantener con mayor comodidad tu espalda recta.

   3. Tus ojos han de estar cerrados durante toda la práctica de la meditación. Estás realizando un trabajo de interiorización a solas contigo mismo y ningún objeto del exterior debe distraerte. Así consigues que la atención se concentre mejor en tu interior.

   4. La respiración alterna armoniza la energía de tu cuerpo, te ayuda a equilibrar la actividad de los dos hemisferios cerebrales, beneficia considerablemente la capacidad de concentración y al mismo tiempo te proporciona calma y serenidad.  

   5. Visualizate como un sol radiante.
   Imagina un sol en tu corazón, que con cada latido de este va creciendo dentro de ti, impregnando a cada una de las células de tu cuerpo con su luz. Convirtiéndote así en un ser luminoso que a través de los poros de la piel irradia hacia el exterior su propia luz.

   6. Medita recordando que "yo soy eso que ve", esa parte de ti que no cambia, inmutable, siempre presente en tu vida.

   7. Junta las manos por encima de la cabeza e imagina que un rayo de luz pasa entre ellas hasta tu coronilla. Luego ve bajando tus manos lentamente con las palmas hacia arriba.


   8. Con las manos juntas a la altura del corazón inspira profundamente y al expulsar el aire pronuncia la sílaba "OM", realiza esta operación tres veces.
   OM, significa unidad con lo supremo, la combinación de lo físico con lo espiritual, de modo que al pronunciarlo estableces tu conexión con todos los seres vivos, la naturaleza y el universo.

   9. Coloca las manos juntas a la altura del "tercer ojo" y pronuncia "que todos los seres..." vuelve a colocarlas frente al corazón y di "...seamos felices". Esta práctica es para tu beneficio y el de todos aquellos que te rodean porque tu formas parte de ellos y ellos forman parte de tí.